(Este artículo puede parecerte muy largo, pero debido a su gravedad te invitamos a leerlo entero)
Nuestra agrupación, a través de sus dirigentes, Luis Castro y Sergio Aravena, se sumó a la campaña contra un proyecto de Ley que pretende “eutanasiar” a miles de perros abandonados en nuestro país, por eso mediante la prensa regional, emplazamos públicamente a los dos senadores de la región, Andrés Chadwick (UDI) y Juan Pablo Letelier (PS) a jugársela por una real y efectiva Ley a favor de los animales y que definan su posición sobre lo denunciado.
Además queremos una ley drástica, ejemplificadora y que de verdad castigue con sanciones reales a quienes maltratan a los animales y que generalmente quedan en la más absoluta impunidad.
Pero lo anterior, no admite un artículo que mate a los animales desamparados, nos oponemos tajantemente a legalizar esa criminal matanza, bajo el pretexto de eutanasia. Para ello sus autores, algunos senadores de diverso color político, incluso piden un presupuesto gigantesco de $6.500.000.000. Sabemos que con la mitad de esa millonaria suma, podríamos esterilizar a casi medio millón de perritas y colaborar así con el control de la población canina.
No entendemos porque se quiere destinar tanto dinero a matar si con la mitad podríamos esterlizar una cantidad enorme.
El tema de los animales abandonados y maltratados suele analizarse exclusivamente como una “materia sanitaria” y en general son los mismos animales los que sufren las consecuencias particulares y legales por causa de las acciones humanas que la justicia no castiga. Hoy pedimos a los senadores de nuestra región, claramente su apoyo y una definición ya que además en las propuestas de sus respectivos candidatos presidenciales el tema del maltrato animal y el control de la población canina no se ha mencionado.
Tanto Chadwick como Letelier cumplen un rol fundamental al interior de los comandos presidenciales y creemos que pueden influir o interceder también entre sus pares en el Congreso. En Chile se requiere de una política nacional responsable y coherente en este sentido, se necesita que el Estado invierta en esterilizar animales abandonados, fomentar y financiar campañas educativas acerca de la tenencia responsable de mascotas y sobretodo que quienes maltratan animales reciban un castigo efectivo y una multa elevada.
Actualmente en el Senado se encuentra el boletín 6499-11 que habla de “animales peligrosos” y cuya discusión nuevamente se aplazó. Es en este punto donde queremos detenernos, esperamos que tal iniciativa se evite, ya que actualmente el Servicio de Salud si tiene la facultad de eliminar perros bajo la única causal de tener Rabia, situación comprensible. Extender esta atribución y financiarla sólo se prestará para un exterminio amparado en justificaciones legales, como suelen hacerlo en algunos servicios de salud que públicamente lo niegan.
APRA destaca la campaña contra este negativo proyecto, que ha encabezado Sebastián Arriaza, cuyos afiches están en varios puntos de Rancagua, como institución nos sumamos a la iniciativa, llamando además a la comunidad a involucrarse en la materia.
El proyecto se ha postergado otra vez, seguramente por que es altamente impopular y se avecinan elecciones presidenciales, pero el peligro de su próxima aprobación está latente.
Definir un presupuesto millonario para “eutanasias” anuales nos obliga a preguntarnos, ¿cómo se calculó que miles de perros estarán “enfermos incurables” cada año?. Eso es imposible de determinar y poco transparente. Entonces tenemos el legítimo derecho de dudar acerca de la correcta utilización de esos recursos. Con la tercera parte de ese presupuesto podrían esterilizarse cerca de 450.000 perros al año, hacer campañas efectivas sobre tenencia responsable, aspectos sanitarios, etc.
Nos oponemos a la supuesta eutanasia masiva financiada por el Estado, estamos porque existan recursos para esterilizaciones masivas, esa es la única solución llevada a afecto con éxito en paises desarrollados. ¿Qué impide una buena ley, que la ciudadanía demanda?
No entendemos porque se quiere destinar tanto dinero a matar si con la mitad podríamos esterlizar una cantidad enorme.
El tema de los animales abandonados y maltratados suele analizarse exclusivamente como una “materia sanitaria” y en general son los mismos animales los que sufren las consecuencias particulares y legales por causa de las acciones humanas que la justicia no castiga. Hoy pedimos a los senadores de nuestra región, claramente su apoyo y una definición ya que además en las propuestas de sus respectivos candidatos presidenciales el tema del maltrato animal y el control de la población canina no se ha mencionado.
Tanto Chadwick como Letelier cumplen un rol fundamental al interior de los comandos presidenciales y creemos que pueden influir o interceder también entre sus pares en el Congreso. En Chile se requiere de una política nacional responsable y coherente en este sentido, se necesita que el Estado invierta en esterilizar animales abandonados, fomentar y financiar campañas educativas acerca de la tenencia responsable de mascotas y sobretodo que quienes maltratan animales reciban un castigo efectivo y una multa elevada.
Actualmente en el Senado se encuentra el boletín 6499-11 que habla de “animales peligrosos” y cuya discusión nuevamente se aplazó. Es en este punto donde queremos detenernos, esperamos que tal iniciativa se evite, ya que actualmente el Servicio de Salud si tiene la facultad de eliminar perros bajo la única causal de tener Rabia, situación comprensible. Extender esta atribución y financiarla sólo se prestará para un exterminio amparado en justificaciones legales, como suelen hacerlo en algunos servicios de salud que públicamente lo niegan.
APRA destaca la campaña contra este negativo proyecto, que ha encabezado Sebastián Arriaza, cuyos afiches están en varios puntos de Rancagua, como institución nos sumamos a la iniciativa, llamando además a la comunidad a involucrarse en la materia.
El proyecto se ha postergado otra vez, seguramente por que es altamente impopular y se avecinan elecciones presidenciales, pero el peligro de su próxima aprobación está latente.
Definir un presupuesto millonario para “eutanasias” anuales nos obliga a preguntarnos, ¿cómo se calculó que miles de perros estarán “enfermos incurables” cada año?. Eso es imposible de determinar y poco transparente. Entonces tenemos el legítimo derecho de dudar acerca de la correcta utilización de esos recursos. Con la tercera parte de ese presupuesto podrían esterilizarse cerca de 450.000 perros al año, hacer campañas efectivas sobre tenencia responsable, aspectos sanitarios, etc.
Nos oponemos a la supuesta eutanasia masiva financiada por el Estado, estamos porque existan recursos para esterilizaciones masivas, esa es la única solución llevada a afecto con éxito en paises desarrollados. ¿Qué impide una buena ley, que la ciudadanía demanda?
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