Llevaba probablemente parte importante de la noche en aquel lugar, pero solo nos alertó una vecina a mitad de mañana. Estaba este gato literalmente abrazado a la delgada rama de un árbol, muy alto, casi desfalleciendo y sin tener idea de como lograr descender.Esto ocurrió en Olivar Alto, en la calle Manuel Olegario Soto, donde este felino sino hubiese contado con nuestra ayuda y con el tremendo aporte y colaboración del Bomberos de Olivar, seguramente habría muerto.
Abajo, en un extenso jardín, le aguardaba ansioso un fiero pastor alemán que no paraba de ladrar, así que el peligro era doble.
APRA lo intentó pero la altura era demasiada, no es fácil encontrar escaleras tan largas en casas particulares, así que acudimos a Bomberos y ellos apenas demoraron 5 minutos en llegar.
El gato casi no reaccionaba, fue nuestra presencia y los ruidos circundantes, lo que provocaron que saliera de su estado casi inconciente y se decidiera a seguir luchando.
Fueron muchos los minutos y los esfuerzos, vecinos miraban curiosos, el animal asustado más encima continuaba subiendo y nosotros intentando distraer al perro, en cuya casa no había nadie para clamarlo o amarrarlo momentáneamente.
Bueno, la historia tuvo un buen final, nuestro amigo el gato fue rescatado, pero pudo perfectamente haber muerto.Nuestro mensaje es de agradecimiento a los bomberos de nuestra comuna, pero también un llamado a los vecinos a actuar con prontitud, vigilar estas situaciones. Siempre en estos casos, el tiempo apremia.
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